Hay personas
que se dejan llevar por la opinión que tienen los demás sobre otras. Recordemos
que todo lo que escuchamos no tiene que ser cierto. En la vida desde que es
vida siempre han existido chismes, mentiras, infamias, calumnias para
desbaratar honras y situaciones que no ayudaban a cumplir ciertos intereses
personales de quienes dirigían todo un complot contra quien le
estorbaba en el camino hacia el poder y la dominación. Reinos, gobiernos,
grandes negocios y hasta familias se han visto perjudicadas, destruidas,
separadas por sucumbir a esas olas de cizañas que carcomía toda lógica, razón y
sentimientos.
Los tiempos
han cambiado, pero esas malas costumbres no se han ido con el pasado. Qué
podemos esperar de las personas hoy en día dentro
de un grupo social, de trabajo, de familia y de amistad? Que no disputaremos
reinos ni gobiernos (o quizás sí), eso está claro, pero existe la codicia, la envidia por
puestos, ascensos, invitaciones, dinero, liderazgo, aceptación, estima,
amor, popularidad entre otras tantas cosas que busca el ser humano; desde la más alta de las aspiraciones en querer ser jefe o líder hasta la más noble aspiración como es la aceptación y el cariño de los demás.
Debemos
estar conscientes que vivimos en una carrera y competencia constante, que lo
mejor es mantenernos alertas sin perder la capacidad de observar y tratar de
conocer los defectos y virtudes de las personas que nos rodean y que nos
ayudarán definitivamente a desenvolvernos mejor dentro del círculo
que frecuentamos, pero siempre sacando conclusiones de la gente en base
a nuestras propias experiencias no de las experiencias de los demás. Nuestros
oídos escucharan de otras bocas desde lo más noble hasta lo más terrible de una
persona y la mejor actitud será : escuchar, callar y evitar dar opiniones sobre
algo que no sabemos, no nos incumbe y no hemos visto ni oído. Mañana
no sabemos si alguien hará lo mismo con nosotros así que tratemos a los demás
como quisiéramos que nos traten, con las mismas consideraciones y
prudencia del caso.
Démonos el
chance de conocer a los demás por nuestras propias experiencias, quizás nos
daremos golpes, tendremos decepciones, asentiremos lo que un día
escuchamos de otros o tal vez no. Así aprenderemos a no hacer daño con nuestros
malos juicios, palabras infundadas ni actitudes negativas hacia otros sin justa
razón. Recuerda que Dios nos da en la misma medida y mucho más lo que ofrecemos
a los demás y que el daño que hacemos siempre tiene efecto Rebote!
Siempre es importante escuchar una versión y de alguna manera conocer la otra versión... asumir posturas unilaterales o dar por hecho cosas que te contaron solo quienes están a un lado de la situación, te pueden llevar a prejuzgar la situación y hasta asumir posturas o actitudes erróneas (me consta he visto últimamente algunas cuantas)...Escucha o busca conocer las dos versiones de la situación, la dos caras de la moneda y de ahi saca tu linea... te permitirá ser más justo, sin necesidad de asumir posición sino comprendiéndolas todas, no necesariamente aceptándolas porque eso sería muy ambigüo pero si sacando tu conclusión habiéndote puesto en los zapatos de los demás...es lo más sabio...
ResponderEliminarTienes mucha razón Blanca, es mejor ponerse siempre en el lugar de los demás y preguntarnos ¿Qué es lo que quisiéramos recibir si fuéramos él o ella?. Hay que recordar que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario y no hay mejor frase que resuma la forma ideal de actuar: "No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti". Cariños
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